Publicado por: Krizianid Vázquez Velázquez
Quise añadir varias canciones de uno de mis cantautores preferidos, el uruguayo Jorge Drexler, pues cuenta con una exquisita trayectoria musical y en sus letras profundiza sobre el amor, la pasión, lo cosmogónico y sobre el ente humano. Pienso que algunas de estas letras se familiarizan en su temática a los poemas de la puertorriqueña Etnairis Rivera.
Espero que sean de su agrado, disfruten!
Canción “Polvo de estrellas”
http://www.youtube.com/watch?v=ka9K4MQj0T0
VALE, UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL VALE,
VALE, UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL VALE,
se aprende en la cuna
se aprende en la cama
se aprende en la puerta del hospital
se aprende de golpe
se aprende de poco
y a veces se aprende recién al final
toda la gloria es nada,
toda vida es sagrada
una estrellita de nada
en la periferia de una galaxia menor
una entre tantos millones
y un grano de polvo girando a su alrededor
no dejaremos huella
solo polvo de estrellas
polvo de estrellas
VALE, UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL VALE,
VALE UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL VALE,
se aprende en la escuela
se olvida en la guerra
un hijo te vuelve a enseñar
esta en el espejo
esta en las trincheras
parece que nadie parece notar
toda victoria es nada,
toda vida es sagrada
un enjambre de moléculas
que puestas de acuerdo de forma provisional
un animal prodigioso con la delirante
obsesión de querer perdurar
no dejaremos huellas
solo polvo de estrellas
polvo de estrellas
ohh
UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL VALE,
VALE, UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL VALE,
VALE, UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL VALE,
VALE, UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL VALE,
UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL
UNA VIDA LO QUE UN SOL
VALE.
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Canción “Fusión”
¿Dónde termina tu cuerpo y empieza el mío?
A veces me cuesta decir.
Siento tu calor, siento tu frío,
me siento vacío si no estoy dentro de tí.
¿Cuánto de esto es amor? ¿Cuánto es deseo?
¿Se pueden, o no, separar?
Si desde el corazón a los dedos
no hay nada en mi cuerpo que no hagas vibrar.
¿Qué tendrá de real
esta locura?
¿Quien nos asegura
que esto es normal?
Y no me importa contarte
que ya perdí la mesura
que ya colgué mi armadura en tu portal.
Donde termina tu cuerpo y empieza el cielo
no cabe ni un rayo de luz.
¿Que fue que nos unió en un mismo vuelo?
¿Los mismos anhelos?
¿Tal vez la misma cruz?
¿Quien tiene razón?
¿quien está errado?
¿Quien no habrá dudado
de su corazón?
Yo sólo quiero que sepas:
no estoy aquí de visita,
y es para ti que está escrita esta canción.
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Canción “Transoceánica”
Voy en este vuelo transoceánico
oyendo tus versos melancólicos,
dejando que el sonido de tu voz
te traiga, así,
del modo más enérgico.
Me regalaste tus somníferos,
me diste tu oráculo sintético,
extraño método
de ahogar la sed, aquí,
lejos de tu lágrima.
Y uno no recuerda
hasta que punto
nació para eso,
ni todo el amor
al que puede tener
acceso.
Nada parece pasar página
a este anhelo,
todo menos lánguido.
¿Cual es la lógica de que se
abra para mí
tu boca tan magnífica?
Dame calma y dame vértigo,
ven a llenar mis pocas horas lúcidas,
extraño método
de ahogar la sed, aquí,
lejos de tu lágrima.